"Y cuando Dédalo, con toda su sabiduría e inteligencia, ufano de su gloriosa ciencia,
vio bajar el sol, descubrió su sombra, negra, aciaga, creciente, voluptuosa, y
entonces entendió que él también estaba allí."
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domingo, 24 de junio de 2012
ARENA DEL SUR
Allá quedaron olvidados el frío y la lluvia, con su violencia. Y ahora el calor nos trae de nuevo esta amnesia reciclada. Un sol implacable. Contentos debemos estar de tener estas estaciones tan variantes y la multiplicidad de días, de vientos, de calores y de brisas veraniegas que tenemos. Será por eso, por tantos cambios en el clima por lo que no terminamos nunca de adaptarnos a nuestro medio ni a ninguna temperatura del espíritu, y oscilamos tanto, a remolque de la veleidad atmosférica, y por eso, como las rocas, nos agrietamos antes de tiempo, y nos vamos disgregando en gránulos más pequeños, hasta llegar a quedar constituidos de una arena volátil y viajera.
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