"¿Bailas?"
"No se bailar"
"No importa. Yo te llevo"
Y la música comenzó a sonar, como en un sueño.
"Y cuando Dédalo, con toda su sabiduría e inteligencia, ufano de su gloriosa ciencia,
vio bajar el sol, descubrió su sombra, negra, aciaga, creciente, voluptuosa, y
entonces entendió que él también estaba allí."
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