"Y cuando Dédalo, con toda su sabiduría e inteligencia, ufano de su gloriosa ciencia,
vio bajar el sol, descubrió su sombra, negra, aciaga, creciente, voluptuosa, y
entonces entendió que él también estaba allí."

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sábado, 30 de junio de 2012

PRIMER INTENTO FALLIDO


Y habiendo comido Adán y Eva del árbol de la ciencia y habiendo abierto los ojos y descubierto el bien y el mal, Jehová Dios condenó a la mujer de la siguiente manera: “Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.”
Y para que ninguno de ellos alcanzara el árbol de la vida, Jehová Dios los sacó del huerto del Edén y los condenó a labrar la tierra de la que habían salido.
Y allí arrojados ambos, Adán se rebeló y arremetió contra la mujer Eva por haberle dado a probar del fruto prohibido, y Eva se defendió de aquellas palabras inculpando a la serpiente que a su alrededor caminaba sobre su pecho, y, sabiendo que aquel golpe recibido del hombre no había sido pronunciado por Jehová Dios, así lo dijo a Adán.
Y entonces, el hombre, arremetiendo de nuevo contra Eva, gritó para que todos los animales del universo se enteraran de que en aquella tierra él era el nuevo dios.
Y estando Eva afligida por aquella nueva condena aún más dolorosa de aquel nuevo dios el Hombre, y sintiendo insoportable el abandono y sufrimiento al que había sido entregada por Jehová Dios, al anochecer, mientras el hombre dormía plácidamente el orgullo de su nuevo dominio, tomó una piedra del peso de un cordero y, alzándola sobre su figura, la dejó caer sobre la cabeza de Adán el Hombre.
Allí acabó el primer intento fallido de la creación.

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